Difícil es compararse con artistas que marcaron en la historia del arte, pero si puedo evocar sus obras e inspirar mi trabajo en la creación y el legado que dejaron en la pintura realista, tantos exponentes de esta corriente pictórica que aún se mantiene vigente después de tantos movimientos que han dado cuenta de la evolución en las artes visuales.
Así como Da Vinci, pintó figuras humanas andróginas, hombres con rasgos afeminados,
y Miguel Ángel masculinizaba a las mujeres, en esta presentación de mi largo trabajo de la figura humana, he convocado a mis amigas – musas, mujeres cercanas, a mi que hacer pictórico, a participar de este proyecto en una apuesta por traer a la mujer real en un contexto cotidiano.
Provocar en una caracterización aproximada al retrato, la esencia interior de cada una de mis modelos y su apariencia exterior con las virtudes del género y tratar de rescatar las sutiles emociones que alcanzo a describir en mis emocionadas pinceladas.
Mi fuerte y marcada relación con el género femenino, me obligan a destacar la belleza del cuerpo humano, en un afán por detener el tiempo y destacar la belleza tal cual es.
Rescatar de cada una de ellas la sensualidad que describen no solamente sus cuerpos, también la expresión que gesticulan sus rostros en una aproximación al retrato.
Me inspiran las obras de Michelangelo de Caravaggio, que en sus obras destacaba las imperfecciones de sus modelos escogidas de personas comunes y corrientes para convertirlas en virtudes para sus composiciones y como referente las obras de Gustave Courbet, que fue capaz de provocar escándalo con sus trabajos. Sus temáticas de la realidad cotidiana. Su forma de pensar y ver la vida, de que el Arte es capaz de corregir las contradicciones sociales y declarándose hombre libre del poder político y religioso.
Como artista contemporáneo, destaco el trabajo del recién fallecido Lucian Freud, que con sus pinceladas crudas que envuelven cada una de sus modelos, describen la objetividad dramática, en un gesto espontáneo forzado al rito conciente conectados con la realidad.
En cada uno de los cuadros que presento, he vivido junto a mis modelos - musas los procesos que se refieren no solo a la realización pictórica de cada uno de ellos, también los procesos interiores personales de quienes fueron capaces de exponer sus más íntimas sensaciones para mostrarse desnudas frente al trabajo que trato de exponer.
Procesos de reflexión, procesos de autoestima, procesos de confianza ante el artista, procesos de verse reflejadas tal cual son, procesos de quererse y aceptarse con todos sus defectos y virtudes.
En esta larga experiencia con la figura humana, trato de contactarme con la realidad mas próxima que me rodea, atento a observar la belleza deteniéndome en la expresión que refleja el gesto de cada una de ellas, me refiero a quienes han colaborado en este proyecto.
Pinto lo que me emociona, lo que conozco, lo que me hace terrenal y objetivo, con la fuerza somática que me producen al estar en contacto con lo corporal y de cada una de ellas rescato la gesticularidad que no está predeterminada, pues tiene variaciones según el momento que singulariza a cada ser.
La pintura no ha muerto como muchos críticos lo han anunciado y menos el realismo.
El facilismo es recurrente en aquellos que no son capaces de ver la realidad gráfica que se nos presenta a diario, la discriminación, el racismo, el clasismo, la codicia, la envidia, el odio, la esclavitud, etc.
Soy un defensor obstinado de la realidad, la que se encuentra cruda, lejos de juicio y prejuicios, la que cohabita a diario en la textura, en el color, en la luz, en la piel y que emerge libre, espontánea, la que siente, la que atrae, la que seduce y suda de placer.
Ellas junto a este proceso se han liberado y son capaces de entregarse para detener el tiempo e inmortalizarlas en el lienzo.
Nelson Maglio Olate Figueroa
Artista Visual
Director del Taller 56